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Editorial

La enfermedad de Chagas, hoy...

Juan S Beloscar

Revista del Consejo Argentino de Residentes de Cardiología 2013;(121):0205-0205 


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Los autores declaran no poseer conflictos de intereses.

Fuente de información Consejo Argentino de Residentes de Cardiología. Para solicitudes de reimpresión a Revista del CONAREC hacer click aquí.

Recibido | Aceptado | Publicado 2013-10-31

La enfermedad de Chagas (ECh) ha cumplido más de cien años desde su primera descripción. Más de cien años en los cuales hemos progresado en conocimientos pero escasamente en soluciones definitivas. Según informes de Banco Mundial, la ECh representa la cuarta causa de pérdida económica debido a morbilidad en América Latina, cuando se mide en años de vida perdidos por incapacidad.
Se estima que hay más de 17 millones de infectados en el continente americano, así como 2.300.000 en nuestro país. En grupos aborígenes migrados a zonas urbanas se estimaron cifras de infectados mayores del 35%, mientras que grupos similares, estudiados en sus lugares autóctonos elevan las cifras al 60% o más.
La geografía de la enfermedad se ha modificado. La pobreza rural ha llevado a las migraciones a zonas urbanas y a otros países fuera de las regiones originales, inclusive a Europa y Norteamérica. La urbanización consecuente ha expandido el mapa de la ECh dándole una diferente situación a las poblaciones portadoras de la infección parasitaria, limitando quizás la tradicional forma de transmisión vectorial, en área endémica; pero dando lugar al crecimiento de las formas connatales y transfusionales en regiones urbanas y suburbanas con controles menos eficientes. Sin embargo, más allá de los informes gubernamentales sobre incidencias cero, las realidades regionales íntimas revelan la persistencia del agente vector ante el mantenimiento de su hábitat preferido, compuesto por la vivienda precaria, la limitación de recursos sociales, educacionales y culturales y las ausencias de políticas rigurosas dirigidas al bienestar del más necesitado.
La estimación de la historia natural de la ECh se ha venido repitiendo desde hace décadas, y queda claro que en la etapa crónica del 20 al 30% de los infectados pueden presentar alguna forma de daño cardiovascular, siendo la preocupación específica del cardiólogo por la morbilidad y mortalidad que el compromiso del músculo cardíaco produce. Sin embargo, también se ha acordado tradicionalmente la falta de alteraciones cardiovasculares en el 70-80% de los individuos que adquirieron la infección chagásica, generalmente en su niñez, por habitar en zonas endémicas y con exposición inevitable a la acción del triatomídeo. En la actualidad, la denominación “etapa indeterminada” está en revisión, y ha sido reemplazada por “Chagas crónico sin patología demostrable”. Esto, teniendo en cuenta experiencias que permiten demostrar cambios cardiovasculares de nivel subclínico o sólo evidenciados por métodos de diagnóstico más complejos y modernos, y potencialmente evolutivos.
Los avances en prevención han sido limitados. De la mano con las realidades sociales y políticas de nuestra América Latina, la ECh ha persistido, “acomodándose” solamente a los esfuerzos individuales de conductores progresistas de los Programas Nacionales o Provinciales.
La terapéutica específica también ha quedado estancada en la indicación de dos fármacos tradicionales con más de treinta años de utilización. El benznidazol y el nifurtimox siguen siendo los “baluartes” del tratamiento parasiticida, pese a sus efectos colaterales y a veces las dificultades de acceso. La falta de fármacos parasiticidas modernos y el aparente desinterés de la industria en desarrollarlos es otro aspecto dentro de tanta deuda asistencial y social pendiente. De todas formas, nuevos conceptos sobre la patogenia de la enfermedad cardíaca y la persistencia del parásito han llevado al Ministerio de Salud a dar recomendaciones que ampliarían sus indicaciones al paciente crónico, aun con cardiopatía. También nos falta terminar de entender claramente los mecanismos fisiopatológicos y quizás de esta manera acceder a nuevas opciones terapéuticas que eviten o detengan el daño cardíaco.
Nuevas leyes en nuestro país pretenden proteger al paciente con ECh, al menos asegurándole el acceso al trabajo y el eventual beneficio en el caso de incapacidad. Aún así, teniendo en cuenta el contexto de una educación primaria ausente o interrumpida y la falta de posibilidades de formación en oficios o actividades artesanales, más allá de la ECh, la historia del individuo expuesto le ofrece escasas posibilidades para superar el riesgo.
Todavía falta mucho por hacer, pero uniendo nuestras acciones se puede enfrentar el problema “desde abajo”. La educación de la población en riesgo y el reforzamiento del conocimiento sobre la endemia dirigido a nuestros estudiantes y colegas llevan a marcar dónde debe estar la primera línea de atención. La acción conjunta entre organismos de gobierno, sociedades científicas y universidad nos da otra posibilidad de mantener un compromiso con objetivos muy claros, de los cuales todos somos responsables.

Juan S. Beloscar
Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Provincial del Centenario
Rosario, Santa Fe
Profesor Asociado de Patología Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario
Director de la Carrera de Especialización en Cardiología de la Facultad de Ciencia Médicas de la Universidad Nacional de Rosario
Presidente de la Federación Argentina de Cardiología

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Autores

Juan S Beloscar
Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Provincial del Centenario. Rosario, Santa Fe Profesor Asociado de Patología Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario Director de la Carrera de Especialización en Cardiología de la Facultad de Ciencia Médicas de la Universidad Nacional de Rosario Presidente de la Federación Argentina de Cardiología.

Autor correspondencia

Juan S Beloscar
Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Provincial del Centenario. Rosario, Santa Fe Profesor Asociado de Patología Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario Director de la Carrera de Especialización en Cardiología de la Facultad de Ciencia Médicas de la Universidad Nacional de Rosario Presidente de la Federación Argentina de Cardiología.

Correo electrónico: cardiounr@yahoo.com.ar

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Número 121 | Volumen 28 | Año 2013

Titulo
La enfermedad de Chagas, hoy...

Autores
Juan S Beloscar

Publicación
Revista del CONAREC

Editor
Consejo Argentino de Residentes de Cardiología

Fecha de publicación
2013-10-31

Registro de propiedad intelectual
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