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Editorial

¿Quién no ha tenido una idea?

Carlos A Bertolasi

Revista del Consejo Argentino de Residentes de Cardiología 2015;(130):0205-0205 


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Los autores declaran no poseer conflictos de intereses. Publicado en Revista CONAREC Noviembre-Diciembre 2006; (22), 87:209

Fuente de información Consejo Argentino de Residentes de Cardiología. Para solicitudes de reimpresión a Revista del CONAREC hacer click aquí.

Recibido | Aceptado | Publicado 2015-08-31

Ello ocurre repentinamente, luego de un largo período de gestación (consciente o no) y verdaderamente nos colma de alegría ya que (salvando las diferencias) resulta como la llegada de un nuevo hijo.

Descubrimos así la capacidad de la mente humana, en el fantástico proceso de elaboración entre experiencias previas, información, intuición y algo de temeridad.

Al recibir un hijo no aspiramos que se trate de un futuro Nobel o triunfador en Wimbledon. La alegría deviene de tomar conciencia del continuo de la humanidad, con el inexorable recambio generacional, pero con la trascendencia de la vida.

Con la hipótesis ocurre algo similar. Casi no importa su futura relevancia; uno se halla convencido que ha contribuido con su mínimo aporte al caudal del conocimiento. Para el autor “se non e vero…” y muy contento.

Pero también, es justo reconocer que muchos hemos tenido ocasión de observar seres de excepción que han desarrollado “dos” ideas, lo que nos llena de admiración y respeto hacia ellos. ¡Qué mentes brillantes!

Como excepción, hemos observado alguna trayectoria que asombra y enorgullece haber conocido. ¡¡Tres!! ideas en su vida! Seguramente hemos disfrutado del contacto o la proximidad de un genio.

Ahora bien, algún memorioso lector nos advertirá, de inmediato, de tal o cual grupo o persona que ha desarrollado decenas (¿centenas?) de hipótesis, ¡buena parte de ellas publicadas!

Aquí debiéramos hacer un alto para definir el concepto de idea o hipótesis; podemos plantear 3 alternativas (puede haber otras) para ubicarnos frente al problema.

Una idea puede ser original, dibujada o copiada. Trataremos de establecer que se trata de muy diferentes alternativas, pero con límites no siempre de fácil detección.

Así como nadie es totalmente original porque la mente se nutre de antecedentes, muchas hipótesis no son más que una burda copia, astutamente pintarrajeada para agregarles “sex appeal”.

Un hecho histórico y concreto ayudará a diferenciar. Recordemos lo que Norman Shummway y Chistian Barnard contribuyeron al trasplante cardíaco, y cuál fue la repercusión de cada uno en el ámbito no médico, y ¡hasta en numerosos colegas!

Claro y triste ejemplo de transgredir pautas éticas en beneficio de intereses personales.

Pasemos ahora a distinguir entre una hipótesis original y otra dibujada. Esta diferencia es más difícil de definir con palabras, porque los mecanismos a menudo se entrecruzan.

Aquí podríamos recurrir a otra imagen. No es lo mismo ser madre que niñera. Ambas pueden compartir el placer de la crianza de un niño, pero sólo la madre comprenderá el mensaje Divino de la creación.

Sólo la mente de cada investigador sabe si actuó como madre o niñera, pero los que acceden a sus trabajos, a menudo podremos intuir la diferencia y valorarlos en consecuencia.

Pero en lo que no cabe duda alguna es que, cualquiera sea el origen de la idea, debe inexorablemente seguir los pasos necesarios que culminan, luego de la experimentación básica, con los diversos niveles de estudios clínicos, la debida protección del paciente y la comunicación entre pares.

Ninguna de estas etapas se puede obviar. Y lo que es aún más importante, la información resultante jamás debiera tener difusión popular antes del imprescindible consenso entre los cardiólogos.

Obviamente, esta reflexión no está dirigida a sentar normas (que ya existen), sino a exhortar a respetarlas.

En ese sentido, la Cardiología Argentina, a través de sus autoridades, disponen de mecanismos idóneos de control.

Mientras tanto nosotros, los médicos, podemos entretenernos en diferenciar lo original de lo copiado o dibujado y seguir honrando al capaz de tener una idea y desarrollarla como corresponde.

Dr. Carlos A. Bertolasi
Revista CONAREC Noviembre-Diciembre 2006; (22), 87:209

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Autores

Carlos A Bertolasi
Director Investigadores CONAREC V.

Autor correspondencia

Carlos A Bertolasi
Director Investigadores CONAREC V.

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Titulo
¿Quién no ha tenido una idea?

Autores
Carlos A Bertolasi

Publicación
Revista del CONAREC

Editor
Consejo Argentino de Residentes de Cardiología

Fecha de publicación
2015-08-31

Registro de propiedad intelectual
© Consejo Argentino de Residentes de Cardiología

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